Comunicación, un elemento importante para la subsistencia familiar. Hay dos momentos fundamentales en la vida de nuestros hijos donde la comunicación asertiva es puesta a prueba. Una en los dos terribles años y la otra cuando entran a la adolescencia. De tal manera que los primeros 23 meses de desarrollo son fundamentales para poder sobrellevar estas dos etapas.
Cuando hablemos de las características de los niños y su desarrollo, te explicaré con más detenimiento porque estas dos etapas son críticas en la vida de todo ser humano. Ambas tienen que ver con la libertad, la búsqueda de identidad, pertenencia y sobre todo límites.
Durante esos primeros 23 meses tu hijo se ha dedicado a observar y aprender a comunicarse contigo. El aprendizaje más fino que tenemos es la lectura corporal. Los bebés te leen como si fueran un scanner. Tu mirada, tus muecas, tu sonrisa, si frunces el ceño, si estas cansado, enojado, triste, con hambre, desesperado y todo lo que no te puedes imaginar ellos lo saben. Sobre todo de mamá. Conocen a la perfección sus respuestas físicas, emocionales y cómo responde su cuerpo a cada una de ellas. Tuvieron 9 largos meses para crear esa empatía. Casi se podría decir que se adivinan el pensamiento.
Pero ojo…dije casi, los bebés te superan en todo momento.
A papá es muy fácil conquistarlo porque no les ponen mucha atención a los detalles. Los bebés aprenden en cuestión de días a calar la respuesta de papá. La forma en que los cargan, los cambia, les dan de comer o cualquier contacto que tengas con ellos. Somos los adultos los que necesitamos aprender a comunicarnos y saber poner reglas a tiempo. No hay manera de saltarse los dos años ni la adolescencia, así que aprendemos o morimos en el intento y nos rendimos en la adolescencia.
Para ayudarte con este proceso te voy a compartir una serie de actividades o actitudes que necesitamos adoptar para tomar el control. Una sonrisa y las manitas de un bebé te derriten sí o sí. Empecemos…
El primer paso es abrir la comunicación y la mejor forma de hacerlo es mirar a los ojos. Los ojos son el espejo del alma y transmiten inmediatamente tu intención y da confianza. Sin palabras, a través de la comunicación no verbal, debemos ser capaces de decirle a nuestro interlocutor que nos interesa lo que nos dice. Que estamos escuchando de manera atenta. La mirada debe ser tierna pero firme. Calurosa y atenta en todo momento.
Tu bebé está aprendiendo a comunicarse. Le estás ayudando a construir su escala de valores y lo que es importante en la vida humana que acaba de empezar. Aunque te parezca extremo, es aquí que le fomentas casi todos los valores. Usa lecturas, cuentos y juegos de pestañas para dejar claro lo que quieres decir.
De acuerdo con especialistas el 90% de la comunicación que transmitimos no es verbal, sino gestual. Lo que dices debe ser congruente con lo que haces. Es decir, tu cuerpo habla mucho más que tú y tus ojos te traicionan. Es muy fácil calibrar a las personas y saber si nos está mintiendo o no. Nuestros movimientos corporales comunican mucho más de lo que pensamos, incluso de manera inconsciente.
En ocasiones un gesto puede persuadir, convencer y crear confianza mucho más que un discurso elaborado. Obsérvate constantemente y práctica. El espejo es tu mejor amigo. Por cierto tu espejo más importante es tu hijo.
El bebé hará todo lo que tu hagas.
Cuando le damos muchas vueltas al tema o queremos adornarlo con palabras que ni tú entiendes, pierdes el interés del interlocutor. Lo mejor es sencillo y directo sin faltar el respeto, guardar las normas de urbanidad y buenos modales, pero sé franco. No es necesario impactar a nadie con bla bla bla. Enfócate en ser claro en tus ideas y elimina el relleno para transmitir ideas precisas. Cuando tengas que decirle a tu hijo “eso te lo tienes que ganar”.
Las reglas de la casa son estas y a la hora de la comida todos a la mesa. Llevarlo a dormir a una hora en particular, comer de acuerdo al horario establecido. Cantarle o leerle antes de dormir durante unos minutos. Incluso bañarlo, le crea hábitos, respeto por las reglas y lo hace sentir parte de un equipo. Recuerda buscará sus límites a través de romper reglas.
Todos los niños tienen algo que decir y es importante. Está muy claro lo que tenemos que hacer. Cómo te dije, el espejo es tu mejor aliado. Lo que ves en él te da mensajes muy claros. Por ejemplo, tu cara tiene una boca, dos oídos y dos ojos. Eso significa que debemos escuchar con doble atención, mirar directo y hablar poco. Un buen comunicador es siempre un buen escucha. Cuando sabes escuchar no pierdes información. Haz preguntas oportunas e interactúa en la conversación sin verte perdido. Aprende a escuchar atentamente, sobre todo cuando de la información depende tu futuro.
Una de las primeras habilidades que debe dominar el niño cuando entra al kínder es escuchar instrucciones y seguirlas. No queremos robots, pero es importante enseñarlo a vivir en un mundo de reglas. Eso evitara que sea susceptible de acoso y otros problemas escolares. Además, podrá darte la versión desde su punto de vista sin restricciones o miedos.
No hay preguntas tontas. Lo tonto es quedarse con la duda. Curiosamente cuando estás en un lugar y conoces un preguntón, internamente lo agradeces porque era exactamente lo que querías saber. Una gran barrera de la comunicación es el malentendido. La mayoría de las personas nos sentimos ridículos o nos da miedo preguntar por una rara idea de que sólo lo hacen los perdedores. Sin embargo, ser capaz de expresar abiertamente tus dudas y admitir cuando no comprendes una idea nos permite lograr un mejor entendimiento.
La etapa de los niños donde todo lo preguntan sirve para madurar esta necesidad natural de saber más acerca del mundo que lo rodea. Además, pone a prueba tu paciencia. Tus hijos deben saber que eres capaz de preguntar y escuchar la respuesta sin juzgar.
La lectura hace que viajes por todo el Universo y te da información que, de otra manera, nunca la tendrías. Experimentar un viaje a través de la imaginación crea recuerdos verdaderos en tu cerebro. El cerebro es literal y no distingue lo creado de lo verdadero. Por si eso fuera poco, leer de manera regular mejora nuestra comunicación oral y escrita, mejora tu ortografía y amplía el vocabulario. No importa lo que leas, lo interesante es leer diariamente; ya sea noticias, cuentos o información relevante que sea de tu interés.
Esa práctica te dará temas de conversación para establecer contactos y conocer gente nueva. Lee temas que les interesan a tus hijos. Investiga acerca de las cosas que quieres enseñarle. Lo más importante, podrás darle a tu hijo un ejemplo claro de la importancia de la lectura. Somos modelos para seguir y todo inicia en casa, con tu prototipo. Eres un espejo.
Todos somos espejos y reflejamos lo que guardamos en nuestro interior. Si tú haces críticas, date cuanta de lo que dices porque ese será un mensaje que tu inconsciente te está enviando. Nuestras áreas de mejora las hacemos evidentes a través de otro. Eso te sirve para fortalecer y alimentar tu autoestima. Cuando fortaleces la seguridad en ti mismo se nota. Para ser convincentes y generar confianza en otros primero necesitas creer en tu capacidad y habilidades. Trabaja en ello. No podemos dar lo que no tenemos. Un hijo seguro y con alta estima es el reflejo de casa.
El medio más correcto para la salud mental de todo individuo es la socialización. Los seres humanos somos sociables por naturaleza y necesidad de crecimiento personal. Así que si usas otros medios de comunicación sería una buena idea buscar un contacto más personal. Quizá obtendrías mucho más de algunas personas si te acercaras a platicar de persona a persona. En este momento de crisis esa persona es tu familiar. Utiliza tu percepción para acercarte a la gente o tus hijos de la manera correcta.
En ocasiones una llamada puede ser más personal y efectiva que un correo o un texto o incluso un correo de voz. Usa tu intuición para identificar cuál es el canal más conveniente para cada individuo. Cuando sabes que tenemos tres canales (VAK) y uno de ellos es el más preferido, tu comunicación ya tiene un 90% de éxito. Los niños y jóvenes son nuestros mejores instructores. Con ellos es más fácil aprender a identificar ese canal de comunicación.
Te dejo esa información aquí.
Utilizar un lenguaje casual durante la hora de comida o en compañía de tus colegas o en un día familiar no es ningún crimen. Sin embargo, es importante que identifiques los momentos en los que tu lenguaje debe ser claro y formal. Hasta tus hijos merecen ese respeto a la hora de abordar un tema que sea de su interés o tengas la intención de darles una lección para mejorar. Nunca compares a las personas y toma el tiempo para que la conversación sea uno a uno.
Cada hijo merece su tiempo y espacio personal. Somos únicos, insustituibles e irremplazables. Un don para cada quien.
En programación Neurolingüística (PNL) existe un ejercicio que se llama “raport” y ayuda a que tu comunicación sea más efectiva. Consiste en observar el lenguaje corporal de nuestro interlocutor e imitarlo de manera sutil. Por ejemplo, si la otra persona afirma con la cabeza, hacer lo mismo segundos después. Con esta práctica es posible hacer sentir más cómoda y abierta a la otra persona y podemos obtener mayor empatía de su parte. Tenemos todo un curso de “raport”.
En el canal de YouTube hay varios recursos que pueden ser de utilidad.
En la tienda te he dejado artículos y cursos que también pueden ser de mucha ayuda.
Los diferentes tonos de voz que utilizamos dan mensajes increíbles. El sarcasmo es uno de ellos, la burla, el enojo o el chiste. Cuando hablamos seriamente nuestra voz debe ser pausada y firme. Escucharte e identificar tus diferentes formas de hablar son una excelente alternativa antes de una entrevista, una presentación o una conversación con alguien que te importa mucho. Al escuchar tu propio discurso podrás identificar si éste es fluido y claro. También puedes pedir a otros que lo escuchen y que te den su punto de vista.
En escuela para padres decimos que tienes derecho de réplica. Entendemos que nuestra voz puede no ser lo suficientemente positiva, desde tu percepción, y aceptamos sugerencias positivas de cambio. Ahora bien, si usas esta técnica con tu hijo le puede ser de mucha ayuda. Los niños tienden a ser tímidos. Muéstrales que tiene una buena voz. Los ayudará a soltarse para una exposición o hablar en público.
Evita completar el discurso de otros con tus propias ideas o desviar el tema de una conversación. Permite que las otras personas comuniquen sus ideas sin interrumpir. Después expresa tus dudas, comentarios o interactuar en la conversación. Nunca se es lo suficientemente pequeño como para no respetar sus ideas o su intervención.
La comunicación asertiva puede abrirte o cerrarte puertas importantes. Haz parte de tus proyectos trabajar en ese ámbito. La comunicación es parte de tu vida diaria.
Nos puedes ubicar en todas nuestras redes sociales con el #hijosmodernos. Te invitamos a formar parte de esta gran familia.
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